viernes, 30 de julio de 2010

La legalización del aborto avanza en Mendoza y Argentina (19 de Marzo de 2010)

Unos 50 diputados nacionales ya se han manifestado a favor. La medida ya se aplica en la mayoría de los países del mundo y ha sido recomendada por la Organización Mundial de la Salud. Aquí, la evaluación desde Mendoza del Colectivo de Mujeres “Juana Azurduy”.
La legalización del aborto avanza en la Argentina. En estos momentos, hay alrededor de 50 legisladores –diputadas y diputados de la Nación– que apoyan proyectos de legalización de la decisión de la mujer de interrumpir su embarazo. A ellos, se suman miles de organizaciones sociales en todo el país que lo promueven.
Más allá del hecho de que hay quienes están a favor y en contra de la legalización, es un hecho concreto y evidente que en el país se marcha hacia la no punibilidad si la interrupción se realiza antes de un plazo establecido. Así ocurre, hoy por hoy, por ejemplo, en Europa, América del Norte y casi todo Asia. Al respecto, incluso la Organización Mundial de la Salud lo ha recomendado. En Argentina, trabaja el tema la denominada Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. El proyecto data del año 2007 y, en su momento, perdió estado parlamentario por no contar con el apoyo que, según parece, ahora habría logrado.
La idea, por un lado, despenaliza el aborto, salvo que se realice sin consentimiento de la mujer y como dato fundamental reconoce su derecho a interrumpir voluntariamente su embarazo durante las 12 primeras semanas de gestación.
Otro dato de relevancia es que la interrupción se practicará en los servicios del sistema de salud. Fuera del referido plazo, el proyecto dispone que también se apruebe si el embarazo se debió a violación, si estuviera en riesgo la salud o la vida de la mujer y si existiera malformaciones fetales graves.
No obstante, sabemos de sobra que hay organizaciones, sobre todo religiosas, que se oponen a la legalización y al derecho de las mujeres de elegir y planificar sus vidas.
Al respecto, hablaremos con Silvina Anfuso, militante de los derechos de las mujeres, estudiante avanzada de Sociología e integrante del colectivo de mujeres Juana Azurduy, una organización social con presencia nacional y tinte feminista, que viene ocupándose de este y otros temas relacionados con la situación de la mujer en el país.
Naturalmente, este grupo celebra que en el Congreso de la Nación trate el tema de la legalización del aborto.
“Las mujeres encarnamos importantes luchas por la no discriminación. Lo hicimos para hacer visible el trabajo de las amas de casa, cuando luchamos por el voto, cuando decíamos que nos queríamos divorciar, cuando dimos el debate del acceso gratuito a los métodos anticonceptivos y cuando pedimos que por igual trabajo nos den igual remuneración”, comienza Anfuso.
“En general, desde el colectivo trabajamos en la violencia de género. Buscamos la participación política y social y ganar espacios de decisión. Vemos que el espacio público está asociado a lo masculino y queremos modificar las relaciones de poder. Dentro de nuestras luchas, está el derecho a la autonomía en las decisiones de la mujer. Por ejemplo, que pueda acceder a anticonceptivos y a un aborto legalizado y en condiciones dignas de atención”, sigue.
Una de las graves y patentes situaciones que al respecto se viven en el país y en Mendoza, es que las mujeres que pueden pagar, asisten a clínicas muy equipadas y seguras a realizar interrupciones de embarazo. Hay, si bien es lo mira, una industria del aborto para la clase media y alta y una artesanía con ruleta rusa para las mujeres desfavorecidas, muchas de las cuales terminan muertas.

“Es así, las mujeres pobres se terminan practicando abortos en cualquier lado y las que pueden pagarlos, con médicos y atención especializada. Nosotras trabajamos por los derechos de todas las mujeres y por la autodeterminación de nuestros cuerpos. Queremos decidir cuántos hijos tener”, considera Anfuso.
Como se sabe, el aborto es una práctica milenaria, aunque condenada sólo en los últimos dos siglos: “Hoy en algunos países está penado y esto lleva a que las mujeres más pobres y más jóvenes terminen criminalizadas por esto. Algunos piensan que este es un tema del que ni siquiera se puede hablar. Y luego termina en prácticas caseras o clandestinas, en lugares en que las mujeres no saben si saldrán con vida”, refiere.
Claro está que, así las cosas, la no legalización sanciona a las más pobres y a las más jóvenes, que suelen ser las más vulnerables y desinformadas.
“Queremos instalar el derecho a decidir y al trato humanizado. Y también a la atención digna. El aborto no es sólo una cuestión de salud pública, sino también un derecho humano”, finaliza Silvina Anfuso.
El colectivo de mujeres y hombres “Juana Azurduy” eligió su nombre, claro está, como homenaje a un ejemplo de mujer luchadora en América del Sur. El grupo, entre muchísimas actividades en todo el país, se dedica a dar talleres de capacitación, cursos de alfabetización para mujeres, publicación de libros, marchas sociales, intervenciones urbanas y trabajo social en barriadas de todo el país.

Comunicado del colectivo “Juana Azurduy”

“El colectivo de mujeres Juana Azurduy, celebramos que en el Congreso de la Nación, se trate el tema de la legalización del aborto.
“Durante muchos años, muchas mujeres hemos encarnado importantes luchas por la no discriminación.
“Ejemplos son: cuando visibilizábamos nuestro trabajo en el hogar, cuando emprendimos la batalla por el voto, cuando decíamos que nos queríamos divorciar, cuando dimos el debate del acceso gratuito a los métodos anticonceptivos, cuando pedimos que por igual trabajo nos den igual remuneración, etc.
“Luchamos contra el hambre, por la democracia…por un parto humanizado, contra la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, contra el feminicidio, por nuestra autodeterminación, por el derecho a decidir.
“Siempre, y en cada uno de estos momentos nos hemos topado con miradas y posiciones conservadoras, llenas de odio y prejuicios. Sin embargo, siempre, con la verdad, la participación y la organización logramos sortear estos obstáculos.
“Hoy, con la posibilidad de institucionalizar el debate de la legalización del aborto en el Congreso de la Nación, entendemos que damos un paso más hacia nuestra autodeterminación, además de ser una clara necesidad y de mucha urgencia.
“Ya que es nuestra la vida que se nos va en centros clandestinos de atención si no tenemos plata ó, si no muriéramos, nos ofrecen la cárcel por el simple hecho de animarnos a decidir por nosotras mismas. Cuanta hipocresía!!
“No podemos esperar más: las mujeres merecemos un trato humanizado a la hora de cualquier intervención médica, desde un aborto hasta el momento de un parto si decidimos parir.
“Las mujeres tenemos derecho a acceder a métodos anticonceptivos y a la educación sexual en todo momento y a cualquier edad.
“Las mujeres participamos, las mujeres debatimos, las mujeres decidimos, las mujeres y varones en el Congreso, en el barrio, en la escuela, en el trabajo, en los medios, en la calle, en las organizaciones sociales y políticas... Decimos: sí al derecho a decidir sobre nuestro cuerpo”.

Colectivo Juana Azurduy

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