miércoles, 25 de noviembre de 2009

De Bellas Durmientes, Caperucitas y Cenicientas

De Bellas Durmientes, Caperucitas y Cenicientas
¿Acaso celebrar “un vez al año” el día internacional de la mujer no es parte de este sistema que intenta acotar para descontextualizar la historia?
Una mujer espera pasivamente el beso de su príncipe que la despierte. Una niña es castigada por no obedecer y elegir el camino distinto al que le habían “marcado”. Una jóven se pasa todo el día limpiando y fregando la casa. También es castigada no pudiendo recrearse en una fiesta.
Así, de chiquitas, van formando a las mujeres un modelo de que es “ser” una mujer y a los hombres les van enseñando, que pedirles y exigirles.
Si bien con el paso del tiempo algunas cosas han cambiado y las mujeres han logrado una posición diferente (impensada años atrás) como por ejemplo una postura activa, que se reconozcan sus derechos (todo esto no sin antes sufrir humillaciones, opresiones) debemos preguntarnos, basándonos en la realidad, si estos derechos se cumplen o son parte de un “como sí”.
“La Violencia contra la mujer es cualquier acción o conducta basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico” (Belém do Prada 1994)
Esta definición comprende “todas las manifestaciones de violencia que se ejercen contra las mujeres en el ámbito privado y en el público (…) Es una definición abarcativa que denuncia la violación de los derechos a la libertad, a la integridad personal y a la salud, cercenando el goce pleno de los derechos civiles, sociales, económicos y culturales de las mujeres (…) La violencia de género se convierte en una de las más graves violaciones de los Derechos Humanos.” (….)
Las mujeres que acuden en busca de ayuda al Programa de Violencia Familiar (donde trabajamos) llegan con una mirada triste, temerosas. Ellas reflejan la angustia y el miedo, pero sobre todo “las culpas”.
Socialmente está instaurado el mandato que les hace sentir esa culpa y responsabilidad: “porque usan la pollera muy cortita, porque el pantalón es ajustado, por el escote, porque si no se va de la casa le gusta que le peguen” y en realidad son las víctimas.
Víctimas de un sistema machista – capitalista que avala y fomenta el maltrato hacia la mujer, que lo sostiene y posibilita. Un sistema que exhibe a la mujer como objeto sexual, que la ofrece como objeto de consumo y la deja a la espera de complacer al hombre aún en contra de su propia voluntad.
Y dentro de ese sistema está la justicia que, valga la paradoja, es machista.
Desde junio a diciembre de 2008 se realizaron en Concordia 185 denuncias por Violencia Familiar; 185 mujeres que dijeron BASTA, que cansadas de callar buscan salir de ese lugar de sometimiento y humillación. Nosotros, desde el Programa de Violencia Familiar, apuntamos a que este grito sea un paso hacia la liberación y el respeto, tratamos de brindar un espacio en el cual sean reconocidos sus derechos.
Decíamos al comienzo que las mujeres han conseguido, a un precio muy alto, muchos logros, y aún están en eso. Es un proceso, una larga lucha pero no por eso imposible.

Lorena Vezzosi
(Trabajadora Social)
Florencia Lorenzo
(Psicóloga Social)
Walter Cott
(Operador Social)
Melina Mesa
(Psicólga)

jueves, 5 de noviembre de 2009

Infancia, adolescencia, género y ciudadanía

Infancia, adolescencia, género y ciudadanía

Tanto la cuestión de género como la situación de los derechos de niñas, niños y adolescentes, comparten dentro del campo de los derechos humanos el principio de igualdad y el de dignidad.

Ninguna condición, como el sexo o la edad, puede ser considerada como razón de trato desigual, a riesgo de convertirse en discriminación.
Analizar la situación de niñas, niños y adolescentes en aspectos tales como el acceso y el goce de los derechos en educación, salud, seguridad, cultura o trabajo, indica que la distancia entre las normas o legislación y las prácticas sociales concretas constituye una brecha que demuestra la existencia de condiciones de desigualdad y diferencias en el real ejercicio de la dignidad
La perspectiva de género favorece el ejercicio de una lectura crítica y cuestionadora de la realidad para comprender y transformar la situación de las personas. Se trata de crear nuevas construcciones de sentido para que hombres, mujeres, niñas, niños y adolescentes visualicen su masculinidad y su femineidad a través de los vínculos no jerarquizados, ni discriminatorios, estableciendo condiciones de vida más justas para todos y todas.
El género como categoría social es una de las contribuciones teóricas más significativas de los últimos tiempos.
El género es una construcción, implica una definición de carácter histórico, social y político acerca de los roles identidades y valores que son atribuidos a varones y mujeres.

Las configuraciones de poder entre los géneros, así como las prácticas, símbolos, representaciones, normas y valores sociales, considerados pertinentes a un género u otro varían según las diferentes culturas, momentos históricos, clases sociales, edades, etnias o religiones.
Asimismo para las niñas, niños y adolescentes, el cuidado de los mayores mientras transcurre el proceso de crecimiento, determina una dependencia que da a los adultos poder, a veces ejercido en forma abusiva, sin respeto por la condición de persona al cual va destinado.

Es necesario proponer un nuevo modelo de contrato social, basado en una concepción de ciudadanía que reconozca la existencia de estas desigualdades e inequidades que afectan su real ejercicio, y promover la responsabilidad compartida entre hombres y mujeres, para que se respeten los derechos de niñas, niños y adolescentes como personas con igual valor y dignidad que otras en cualquier otra etapa de la vida y los conviertan en protagonistas de políticas públicas que les posibiliten mejores oportunidades., esto es responsabilidad del Estado, la familia y la sociedad.

Fuente: www.g-e-s.org.ar

Película sugerida

PRINCESAS

TITULO ORIGINAL: PRINCESAS
AÑO: 2005
DURACIÓN: 113 min.
PAÍS: España
DIRECTOR: Fernando León de Aranoa
MÚSICA: Manu Chao
GÉNERO Y CRÍTICA
SINOPSIS: Ésta es la historia de dos mujeres, de dos putas, de dos princesas. Una de ellas se llama Caye, tiene casi treinta años, el flequillo de peluquería y un atractivo discutible, de barrio. Zulema es una princesa desterrada, dulce y oscura, que vive a diario el exilio forzoso de la desesperación. Cuando se conocen están en lugares diferentes, casi enfrentados: son muchas las chicas aquí que ven con recelo la llegada de inmigrantes a la prostitución. Caye y Zulema no tardan en comprender que, aunque a cierta distancia, las dos caminan por la misma cuerda floja. De su complicidad nace esta historia. (FILMAFFINITY)

Libro sugerido

IR DE PUTAS (Juan Carlos Volnovich)

Este libro se centra en la explotación comercial sexual a la que habitualmente se alude como "prostitución". Como ocurre frecuentemente cuando un fenómeno como este comienza a dominar la escena, surge la duda acerca de si hay un aumento de ésta práctica o si se trata de algo que estaba allí, desde siempre, sólo que ahora empezamos a contar con los medios para registrarlo y para darnos cuenta de las dimensiones que adquirió.
La originalidad de este ensayo es que aborda la cuestión desde el lado del “cliente” intentando acercarse al tema desde la psicología del usuario: aquel que “consume prostitución”, dando por sentado que no existe una nosología que los incluya, que no existe un perfil particular ni un tipo de personalidad en que pudieran agruparse.

Trata

La trata de personas
Derechos humanos
La Trata de personas es una actividad criminal directamente asociada a la prostitución y al tráfico de drogas, por lo cual, su cuantificación como toda práctica ilegal es imprecisa dado su subregistro. El análisis del proxenetismo, como dispositivo de victimización de niñas, niños y mujeres pertenecientes a sectores vulnerados y excluidos, ha hecho desmitificar la “naturalización” de la prostitución y la explotación sexual. Así la “libre elección” y el “consentimiento” han quedado denunciados como una estrategia de poder, mediante la cual se permite al prostituyente ejercer violencia contra niñas, niños y mujeres dentro de un sistema de dominación, donde las personas son convertidas en mercancías, constituyéndose en esclavas y esclavos en pleno siglo XXI y así los traficantes de personas hacen excelentes negocios con total impunidad. Según un informe del Gobierno de los EEUU, anualmente entre 600 mil y 800 mil personas son traficadas a través de las fronteras. De ellas, el 80% son del sexo femenino y 50% niñas y niños. La principal causa es la explotación sexual y estos datos no incluyen la Trata “fronteras adentro” o sea, la “Trata interna”.El Informe Contemporany Forms of Slavery en Argentina, indica que las Provincias más involucradas en nuestro país son: Buenos Aires, Neuquén, La Rioja, Córdoba, Entre Ríos, Tucumán y Río Negro.
Aunque en menor proporción, en Argentina, también existen víctimas de trata con fines de explotación laboral. Se estiman en 130.000 sólo los inmigrantes bolivianos obligados a este tipo de esclavitud. La industria textil argentina, por su grado de desprotección laboral explota básicamente a estas personas, 3 de cada 4 trabajadores textiles no están registrados. En el mundo más de 12 millones de personas son víctimas del trabajo forzoso.

Fuente: www.g-e-s.org.ar

Trata de Personas

Informe de la Sociedad Civil de Argentina ante la Comisión de Expertas para el Mecanismo de Seguimiento de la Convencion de Belen do Para
(…)
TRATA DE PERSONAS
Como sabemos en nuestro país el delito de Trata afecta en un 90 % a mujeres, niñas y niños, representados en mitades en cuanto a mayoría y minoría de edad, sometidos a prostitución. Este delito que se presenta bajo la forma tanto de trata interna como internacional, se sustenta en la
“naturalización” de la sociedad y en la discriminación por género, edad y condición social.
Entre las falencias del Estado mencionaremos no poseer un registro que documente fehacientemente la identidad de las/os connacionales que se hallan en ésta situación, a pesar de las innumerables denuncias de desapariciones de jóvenes y niñas/os que se recogen en juzgados y comisarías de todo el territorio, sumado a la inacción de ambos (fuerzas de seguridad y justicia) para darle curso a las mismas.
Además este delito se comete también contra ciudadanas/os procedentes de otros países que son víctimas también de trata internacional, sin que exista información estadística suficiente para evaluar el fenómeno y el origen de las personas víctimas de trata.
Al no adoptar las medidas necesarias para prevenir, erradicar y sancionar el fenómeno de la trata de personas, Argentina está incumpliendo los compromisos internacionales asumidos a través de la ratificación de los siguientes tratados
* Convención para la Represión de la Trata de Personas y Explotación de la Prostitución Ajena de 1949 adoptada desde 1957, que además de reprimir la concertación ó la explotación de prostitución de un tercero, prohíbe el sostenimiento de casas de lenocinio y cualquier tipo de reglamentación de la prostitución ( a pesar de esto en La Rioja y otras legislaturas provinciales avanzan proyectos en favor de la reglamentación).
* Convención sobre la esclavitud de 1926, art.1
* Convención complementaria sobre la abolición de la esclavitud, la trata de esclavos y las instituciones y prácticas análogas de 1956
* Convención contra el crimen transnacional organizado y sus protocolos:
* Contra la trata de personas, especialmente mujeres y niñas, más el Protocolo contra el tráfico ilícito de migrantes.
* Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación hacia la mujer, CEDAW: art 6º.
* Convención de los derechos del niño: art 34. inc. B
* Convención Americana sobre Derechos Humanos, art. 6º. Inc.1 * Convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer

No se ha promulgado aún la legislación nacional que tipifique este delito y permita su persecución y penalización. Este vació jurídico ha producido la obstaculización del acceso a la justicia en casos conocidos merced a su difusión a través de la prensa, como por ejemplo:
Durante el año 2006, Romina Gamarra y María Cristina Ojeda, jóvenes de 18 y 21 años, de la provincia de Santa Fe, fueron secuestradas para su explotación en Santiago del Estero, logrando escaparse y denunciar los hechos en la justicia. Luego de amenazas y acciones de amedrentamiento hacia miembros de sus familias, retiraron sus denuncias produciéndose rápidamente el cierre y archivo de la causa sin profundizar la investigación acerca de los datos presentados con domicilio de los lugares por donde fueron trasladadas y explotadas sexualmente, más la información brindada en referencia a la presencia de otras jóvenes en situación de privación de libertad y sometimiento a prostitución.
Como estos son innumerables los casos denunciados ( Marita Verón, Fernanda Aguirre, Florencia Penacci, “Peli” Mercado, Andrea López, etc.) de desapariciones sin producirse avances acerca del destino de las víctimas. Subsiste un fuerte manto de impunidad por parte de las fuerzas encargadas de la represión del delito, generalmente acusadas de connivencia y coima cuando logra salir a la luz esporádicamente algún caso de esta índole "La trata para prostitución es una forma extrema de violencia contra las mujeres"

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Los derechos humanos (E. Galeano)

Los derechos humanos

La extorsión,
el insulto,
la amenaza,
el coscorrón,
la bofetada,
la paliza,
el azote,
el cuarto oscuro,
la ducha helada,
el ayuno obligatorio,
la comida obligatoria,
la prohibición de salir,
la prohibición de decir lo que se piensa
la prohibición de hacer lo que se siente
y la humillación pública
son algunos de los métodos de penitencia y tortura tradicionales en la vida de familia. Para castigo de la desobediencia y escarmiento de la libertad, la tradición familiar perpetúa una cultura del terror que humilla a la mujer, enseña a los hijos a mentir y contagia la peste del miedo.
-Los derechos humanos tendrían que empezar por casa- me comenta en Chile, Andrés Domínguez.


Autor: Eduardo Galeano
Libro: “Mujeres
Me Llaman Calle (Manu Chao)

Me llaman calle
pisando baldosa
la revoltosa y tan perdida
me llaman calle
calle de noche
calle de día
me llaman calle
voy tan cansada
voy tan vacía
como maquinita por la gran ciudad
me llaman calle
me subo a tu coche
me llaman calle
debo alegría
calle cansada, calle dolida
de tanto amar
voy calle abajo
voy calle arriba
no me rebajo
ni por la vida
me llaman calle
y ese es mi orgullo
yo se que un día llegara
yo se que un día
vendrá mi suerte
un día me vendrá a buscar
a la salida un hombre bueno
dando la vida y sin pagar
mi corazón no es de alquilar
me llaman calle
calle sufrida, calle tristeza
de tanto amar
me llaman calle
calle mas calle
me llaman calle la sin fututo
me llaman calle la sin salida
me llaman calle
calle más calle
la de mujeres de la vida
sube pa abajo
baja pa arriba
como maquinita
por la gran ciudad

me llaman calle
calle sufrida,
calle tristeza
de tanto amar

me llaman calle
calle más calle
me llaman siempre y
a cualquier hora
me llaman guapa
siempre a deshora
me llaman puta
tambien princesa
me llaman calle
es mi nobleza
me llaman calle
calle sufrida, calle perdida
de tanto amar
Los derechos humanos

La extorsión,
el insulto,
la amenaza,
el coscorrón,
la bofetada,
la paliza,
el azote,
el cuarto oscuro,
la ducha helada,
el ayuno obligatorio,
la comida obligatoria,
la prohibición de salir,
la prohibición de decir lo que se piensa
la prohibición de hacer lo que se siente
y la humillación pública
son algunos de los métodos de penitencia y tortura tradicionales en la vida de familia. Para castigo de la desobediencia y escarmiento de la libertad, la tradición familiar perpetúa una cultura del terror que humilla a la mujer, enseña a los hijos a mentir y contagia la peste del miedo.
-Los derechos humanos tendrían que empezar por casa- me comenta en Chile, Andrés Domínguez.


Autor: Eduardo Galeano
Libro: “Mujeres”
Caperucita (Ismael Serrano)

Caperucita sólo tiene dieciséis primaveras sin flores,
papá le dice: "Ven: Caperucita eres joven y tienes que aprender
a ocuparte de la casa, que serás una mujer.
Para que seas buena esposa y no envejezcas sola,
en la cama y la cocina has de saber alegrar a tu marido y cuidar a cada hijo,
que te atrapa tu destino, que has de ser madre y esposa".
Y la pobre Caperucita llora.

"Quiero volar, lejos de aquí escapar.
Dime, mi bien, quién me llorará si me dan alas y echo a volar.
Quiero dormir, no quiero despertar, quiero ser la lluvia al otro lado del cristal,
quizás alguien me espere en la oscuridad".

Una fría tarde Caperucita iba
a casa de su abuela a llevarle comida,
cuando se encontró con un lobo feroz.
Dime dónde vas niña, que te acompaño yo.
La muchacha se supo perdida.
Gritaba Caperucita
mientras la devoraba el lobo.
Bajo la falda del vestido
estallaron los dormidos
sueños que en la noche
la mantenían viva. Pobre Caperucita.

Una gris mañana Caperucita se casó,
vestida de blanco, bella como una flor.
Su marido, muy elegante, otro lobo feroz,
y su padre orgulloso lloraba de emoción.

Ahora cada noche el lobo la devora, clava sus dientes, y llora
Caperucita mientras espera a que un aullido
le diga que el dormido animal despertó.
Después descansa tranquilo el malvado lobo feroz.

La cara de Caperucita alumbra una sonrisa
mientras mece una cuna. En ella está una niña,
quizás futura oveja para un lobo feroz,
a no ser que afortunada la rescate tu amor.

Caperucita la arrulla contra el pecho
y un murmullo lento, lleno de esperanza y vida,
canta Caperucita.
"Quiero volar, lejos de aquí escapar. Dime, mi bien, quién me llorará
si me dan alas y echo a volar. Quiero dormir, no quiero despertar,
quiero ser la lluvia al otro lado del cristal,
quizás alguien me espere en la oscuridad.
Quiero volar".

Ninguna Mujer nace para Puta

“Ninguna mujer nace para Puta”

La prostitución, como cualquier otro “negocio” no escapa a las leyes de la oferta y la demanda. Si no hay demanda no hay negocio. Con esto queremos proponer un enfoque distinto para pensar la problemática de la prostitución. Además de preguntarnos “¿por qué una mujer se prostituye?” tenemos que empezar a responder “¿por qué tantos hombres eligen pagarle a mujeres y niñas para tener relaciones sexuales?”
Marta Fontanela, en el Suplemento “Las 12” del Diario Página 12 sostiene que: “La prostitución y la trata son problemas de género. (…)
La principal causa es la desigualdad entre varones y mujeres, a la que se suma la pobreza, cada vez más feminizada. Es una relación de poder y dominación en la que intervienen dos partes:
a) Los prostituidores: 1) clientes, 2) proxenetas, 3) fiolos, 4) todos los que lucran, apoyan y sostienen de alguna manera el sistema prostituidor, ya sea desde la sociedad o el Estado.
b) Las víctimas o personas afectadas.
Es una de las formas que adquiere la violencia sexista. Como toda forma de violencia (golpes, violaciones, incesto, etc.), la prostitución produce daños físicos y psíquicos en las personas prostituidas.
Los “clientes” producen de manera directa esos daños, además de ser los que proveen el dinero para que todo el circuito de la prostitución y la trata funcionen.
Es muy difícil analizar estas prácticas como violencia contra las mujeres y niñas, dado que se invisibiliza el papel del “cliente”, y ni siquiera hay una palabra específica para nombrarlo.”
Juan Carlos Volnovich, en su libro “Ir de putas” plantea que casi todas las investigaciones que tratan de la prostitución evitan detenerse en aquellos que la consumen. Si bien la prostitución es un tema que ocupa mucho lugar en los medios de comunicación de masas, en trabajos sociológicos y es un dolor de cabeza para los organismos internacionales que tienen que elegir entre aceptarla como un trabajo legal o condenarla, de los clientes no se dice nada. Y eso que por ellos se sostiene la explotación de mujeres, de niños y niñas.
Algunos mitos sociales que sostienen esta “desresponsabilización” del consumidor de prostitución y que justifican esta acción son:
-el mandato patriarcal que sostiene que los varones son provocados por las mujeres
-la afirmación “la prostitución es algo inevitable”,
-creer peligrosamente que “lo hacen porque les gusta, que ganan la plata fácil y que así son felices”
Estas creencias tienen como fundamento unificado que la única responsable es la mujer.

“Señor, señora, no crea que me gusta estar parada en la puerta de su casa. Mis clientes son sus hermanos, sus maridos, sus primos, sus hijos y sus curas confesores. La prostitución no es un tema de las putas. Si no me quieres en la esquina, lucha conmigo, grita conmigo. Estoy aquí para decir basta” Así reclamaban al Estado y a la sociedad en general un grupo de mujeres prostitutas. Deseaban denunciar el maltrato que soportan y la indiferencia por parte del Estado. Otro cartel decía: NINGUNA MUJER NACE PARA PUTA”


Melina Mesa
MALO
Bebe (cantante española)


Apareciste una noche fría, con olor a tabaco sucio y a Ginebra
El miedo ya me recorría mientras cruzaba los deditos tras la puerta
Tu carita de niño guapo se la ido comiendo el tiempo por tus venas
Y tu inseguridad machita se refleja cada día en mis lagrimitas

Una vez más no por favor que estoy cansada y no puedo con el corazón
Una vez más no mi amor por favor no grites que los niños duermen
Voy a volverme como el fuego voy a quemar tu puño de acero
Y del morado de mis mejillas sacar el valor para cobrarme las heridas

Malo malo malo eres no se daña a quien se quiere no
Tonto tonto tonto eres no te piense mejo que las mujeres
Malo malo malo eres no se daña a quien se quiere no
Tonto tonto tonto eres no te pienses mejor que las mujeres

El día es gris cuando tú estas y el sol vuelve a salir cuando te vas
Y la penita de mi corazón yo me la tengo que tragar con el fogón
Mi carita de niña linda se ha ido envejeciendo en el silencio
Cada vez que me dices puta se hace tu cerebro más pequeño

Una vez más no por favor que estoy cansada y no puedo con el corazón
Una vez más no mi amor por favor no grites que los niños duermen
Voy a volverme como el fuego voy a quemar tu puño de acero
Y del morado de mis mejillas saldrá el valor para cobrarme las heridas

Malo malo malo ere no se daña a quien se quiere no
Tonto tonto tonto eres no te pienses mejor que las mujeres
Malo malo malo eres no se daña a quien se quiere no
Tonto tonto tonto eres no te pienses mejor que las mujeres

Voy a volverme como el fuego voy a quemar tu puño de acero
Y del morado de mis mejillas saldrá el valor para cobrarme las heridas

Malo malo malo ere no se daña a quien se quiere no
Tonto tonto tonto ere no te pienses mejor que las mujeres
Malo malo malo eres no se daña a quien se quiere no
Tonto tonto tonto eres no te pienses mejor que las mujeres

Malo malo malo eres malo eres por que quieres
Malo malo malo eres no me chilles que me duele
Ere débil y eres malo y no te pienses mejor que yo y que nadie
Y ahora yo me fumo un cigarrito y te echo el humo en el coranzocito
Por que malo malo malo ere tu
Malo malo malo eres sí
Malo malo malo eres siempre
Malo malo malo eres

La Autoridad

La autoridad

En épocas remotas, las mujeres se sentaban en la proa de la canoa y los hombres en la popa. Eran las mujeres quienes cazaban y pescaban. Ellas salían de las aldeas y volvían cuando podían o querían. Los hombres montaban las chozas, preparaban la comida, mantenían encendidas las fogatas contra el frío, cuidaban a los hijos y curtían las pieles de abrigo.
Así era la vida entre los indios onas y los yaganes, en la Tierra del Fuego, hasta que un día los hombres mataron a todas las mujeres y se pusieron las máscaras que las mujeres habían inventado para darles terror.
Solamente las niñas recién nacidas se salvaron del exterminio. Mientras ellas crecían, los asesinos les decían y les repetían que servir a los hombres era su destino. Ellas lo creyeron. También lo creyeron sus hijas y las hijas de sus hijas.


Autor: Eduardo Galeano
Libro: Mujeres

Vivir despeinada

VIVIR DESPEINADA

Todos deberíamos atender esta frase con intensidad, sin poses,
disfrutando cada momento, cada experiencia, cada afecto.

Sin lugar a dudas, seríamos mucho más felices.
Hoy he aprendido que hay que dejar que la vida te despeine, por eso he
decidido disfrutar la vida con mayor intensidad…

El mundo está loco. Definitivamente loco…

Lo rico, engorda. Lo lindo sale caro.
El sol que ilumina tu rostro arruga.
Y lo realmente bueno de esta vida, despeina…
- Hacer el amor, despeina.
- Reírte a carcajadas, despeina.
- Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.
- Quitarte la ropa, despeina.
- Besar a la persona que amas, despeina.
- Jugar, despeina.
- Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.
- Bailar hasta que dudes si fue buena idea ponerte tacones altos esa
noche, te deja el pelo irreconocible…

Así que como siempre cada vez que nos veamos yo voy a estar con el
cabello despeinado…

Sin embargo, no tengas duda de que estaré pasando por el momento más
feliz de mi vida.

Es ley de vida: siempre va a estar más despeinada la mujer que elija
ir en el primer carrito de la montaña rusa, que la que elija no
subirse.

Puede ser que me sienta tentada a ser una mujer impecable, peinada y
planchadita por dentro y por fuera.

El aviso clasificado de este mundo exige buena presencia: Péinate,
ponte, sácate, cómprate, corre, adelgaza, come sano, camina derechita,
ponte seria…

Y quizá debería seguir las instrucciones pero ¿cuando me van a dar la
orden de ser feliz? Acaso no se dan cuenta que para lucir linda, me
debo de sentir linda…

¡La persona más linda que puedo ser!

Lo único que realmente importa es que al mirarme al espejo, vea a la
mujer que debo ser.

Por eso mi recomendación a todas las mujeres:
Entrégate, Come rico, Besa, Abraza, Baila, Enamórate, Relájate,
Viaja, Salta, Acuéstate tarde, Levántate temprano, Corre, Vuela,
Canta, Ponte linda, Ponte cómoda, Admira el paisaje, Disfruta, y sobre
todo, deja que la vida te despeine!!! Lo peor que puede pasarte es
que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar.

Correo electrónico enviado por Mabel Silben

Algunos Mitos

Algunos Mitos

Distintos autores han señalado el valor de los mitos culturales acerca de la violencia hacia la mujer, como elementos perpetuadores del problema. Precisamente, una de las características definitorias del mito es su resistencia al cambio; la fuerza del mito reside en que es invulnerable a las pruebas racionales que lo desmienten. En el caso de la violencia doméstica, los mitos cumplen tres funciones:
*Culpabilizan a la mujer (mitos acerca de la provocación, el masoquismo, etc)
*Naturalizan la violencia (“el matrimonio es así”, “los celos son el condimento del amor”)
*Impiden a la víctima salir de la situación (mitos acerca de la familia, el amor, la abnegación, la maternidad, etc)


Las dificultades para identificar el problema de la violencia hacia las mujeres

Desde un punto de vista histórico, la dificultad para la comprensión y el reconocimiento de la violencia hacia las mujeres ha sido estructurada a partir de dos procesos básicos:
-el proceso de invisibilización
-el proceso de naturalización
Con respecto al primero, podemos considerar que la visibilidad de un fenómeno depende de una serie de factores que determinan la percepción social. Para que un objeto resulte visible o invisible, tenemos que examinar dos condiciones fundamentales:
-que el objeto tenga inscripciones materiales que lo hagan perceptible
-que el observador disponga de las herramientas o instrumentos necesarios para percibirlo.
Con respecto a las acciones violentas y sus consecuencias, durante la mayor parte de la historia, solamente se consideraron los daños materiales producidos por la violencia. En el caso específico de la violencia interpersonal, se consideró como daño sólo aquel que tuviera una inscripción corporal y durante mucho tiempo permanecieron invisibles todas aquellas formas del daño que no eran sensorialmente perceptibles.
Uno de los mayores obstáculos epistemológicos que se encontraron y se encuentran en este camino de desandar la invisibilización histórica del problema es la noción de “familia”, entendida como el espacio privado por excelencia, como concepto abstracto y sacralizado. Desde la visión moderna y religiosa de la familia, se la definió como un lugar idealizado, como un contexto nutricio, proveedor de seguridad, afecto, contención, límites y estímulos. Esta visión sesgada de la realidad familiar retrasó en muchos años la posibilidad de visibilizar la otra cara de la familia, como un entorno potencialmente peligroso en el cual también se pueden violar los derechos humanos, en el que se puede experimentar miedo e inseguridad y en el que se aprenden todas las variaciones de resolución violenta de conflictos interpersonales.
El proceso complementario de naturalización de la violencia se apoya básicamente en algunas construcciones culturales de significados que atraviesan y estructuran nuestro modo de percibir la realidad. Entre ellas podemos citar como relevantes:
-las concepciones acerca de la infancia y del poder adulto
-los estereotipos de género
-la homofobia cultural
-la concepción maniquea acerca de “lo bueno” (nosotros) y “lo malo” (las otras)
La naturalización de la violencia suele traducirse en expresiones populares que recogen la pauta cultural legitimadora (“la letra con sangre entra”, “una buena paliza a tiempo evita problemas”, “a las mujeres hay que tenerlas cortitas”, “aquí falta una mano dura”, etc). De ese modo, las víctimas suelen quedar atrapadas en medio de un “consenso” social que les impide ser concientes de sus derechos y del modo en que están siendo vulnerados.

Deshojando Margaritas

Deshojando Margaritas

La violencia no es sino una expresión del miedo
(Arturo Graf (1848-1913) Escritor y poeta italiano)

Es esta quizás la mas cercana representación grafica que podemos hacer de una victima, que por desgracia paralizada por el miedo se llama a silencio y naturaliza con incontable dolor deshojar día tras día la margarita de la incertidumbre, la de no saber cual será hoy el motivo por el cual recibirá el peor de los maltratos.
Y no se equivoca, una vez mas su verdugo encuentra un nuevo motivo para hacerlo y otra vez termino la tortuosa espera, de ahora en mas y por un tiempo “la calma” el arrepentimiento, la luna de miel y nuevamente a deshojar la margarita.
Este vicioso círculo es al que invariablemente se someten aquellas mujeres que “sobreviven” sus días al lado de un violento. Alguien que para el resto de la sociedad es un ejemplo de padre, esposo, hermano, hijo, amigo; un lobo disfrazado de cordero, alguien capaz de someter al peor de los martirios a quien dice amar.
Aquellas mujeres que han decidido romper con este círculo vicioso sienten por primera vez el dulce placer de deshojar una margarita incomparable.
La margarita que hoy deshojan es diferente, cada pétalo representa algo nuevo por afrontar, un nuevo día de trabajo, tener amigas, maquillarse, manejar su propio dinero y mil pétalos más que conforman un hermoso jardín que por primera vez visitan y en el cual algunas quieren quedarse.
Todas las mujeres deberían conocer este jardín, transitarlo sin miedos, recorrerlo a sus anchas, tener la experiencia de ver crecer las mas hermosas flores jamás imaginadas, y porque no, deshojar la margarita mas deseada, la del me quiere no me quiere.
La violencia de género es un flagelo que miles de mujeres hoy sufren en silencio (su peor enemigo), abrumadas sin saber que hacer ni donde acudir ni en quien confiar.
Romper con el silencio no es tan fácil como decirlo, porque es el miedo quien manda a callar, porque son quizás las consecuencias más duras que el mismísimo castigo, porque romper el silencio es arrastrar en las consecuencias también a sus hijos, y es por temor a las consecuencias, que muchas veces significa mas castigo, que las mujeres callan, se someten, se postergan por sus hijos o por quienes mas quieren prolongando su martirio.
Callar, no es cobardía, es amor al mas alto precio, es Amor con mayúsculas porque pone en juego su presente, su futuro, su vida y se confina a vivir con un enfermo que en ella encuentra su remedio, su mejora momentánea, su descarga de ira por tanto desamparo, postergación, maltrato o quien sabe que lo haya enfermado, porque nadie que no este enfermo lastima con saña a quien dice amar.
También es el hombre victima de su propia enfermedad, pero no lo sabe, porque esta convencido de que puede, de que es el quien somete y no el sometido, solo reproduce lo que ha aprendido, porque a ser violento se aprende, porque uno reproduce lo que ha vivido y así va por la vida hundiéndose golpe a golpe en un viaje sin regreso, porque de esto no se cura, por mas que se desgarre a gritos esta condenado a vivir en silencio, en un desierto sin flores.
Mujer rompe el silencio y anímate a transitar el hermoso jardín de una vida sin sometimientos.

Walter Cott

Basta de Silencio

Basta de silencio
Puede ser que haya varias razones por las que te quedas con un compañero que te maltrata:
• no sabes dónde ir por ayuda, donde él no te encuentre y te maltrate
• crees que él te va a golpear más o te va matar si lo dejas
• no tienes dinero y no tienes oficio para mantenerte sin él
• no crees que la gente te crea que él es tan malo, porque se porta tan bien con todos
• siempre has sido esposa y madre. Si te separas de él ¿qué serás ahora?
• crees que el matrimonio es para toda la vida y de verdad lo quieres
• tienes vergüenza de contarle a alguien que tu esposo te trata tan mal y sientes que lo estás traicionando si se lo cuentas a alguien
• tu religión se opone al divorcio
• piensas que los niños necesitan a su papá
• no crees que otra persona pudiera quererte como se debe.

Hace diez o veinte años una mujer nunca pensaría en separar a la familia para su propia felicidad o seguridad.
Ahora las cosas han cambiado un poco. Una mujer puede terminar su relación con su marido y no ser culpable por haber apartado a la familia, sino ser felicitada por haber tenido fuerza para empezar una vida mejor para ella y sus hijos.

La familia, los hijos y la doctrina religiosa pueden imponer el ideal de familia haciendo la alternativa de dejar el hogar muy difícil.
Es posible que tus familiares no sepan todo lo que esta pasando entre tú y tu compañero
Puede ser que dé vergüenza admitir que has tolerado a un hombre que maltrata y pega.
No quieres asustarlos, tienes miedo que ellos vayan a hacer algo drástico. Si tu familia lo estima temerás que no te crean.
Si no le has contado a tu familia lo que está pasando y estás haciendo como que todo está bien, tú misma te has negado el apoyo y la comprensión que tu familia te puede dar si te confías en ellos.
Si los familiares que saben del problema culpan a la mujer, puede ser que ellos han aceptado los dichos y mitos acerca de la violencia domestica. Si tu familia te ve como responsable por el abuso, ellos necesitan información sobre las realidades de la violencia domestica.
Algunas mujeres que han contado a sus madres del abuso, no reciben ningún apoyo.
Esto puede ser porque sus propios padres golpearon a sus madres, y entonces les parece normal.

Tu tienes que pensar en lo que es el mejor para ti.

Si es por los niños, por la familia, por la apariencia: ¿quién es la que vive triste, desesperada y sola en un matrimonio infeliz y amargado?

Muchas mujeres se quedan con un hombre violento por el futuro de los niños.
Quizás tu sientas que los niños deben criarse con su padre, que tus hijos te van odiar si le sacas a su papá. Especialmente si él los trata bien.
Es probable tus hijos sufran más por vivir en un hogar violento que si se crían sin su padre al lado o si tienen que cambiar de vivienda por un tiempo o si tu tienes que salir de casa para trabajar.
Muchos adultos quieren creer que porque los niños son chicos ellos no comprenden o no se fijan en lo que esta pasando.
Eso no es cierto, la violencia tiene un efecto muy profundo en los niños.

Nuestra casa es nuestra primera escuela: Si vemos que el conflicto se resuelve con la violencia entonces aprendemos a gritar, amenazar o pegar cuando estamos enojados o disgustados.
Tus hijos tenderán a imitar al padre, mientras que tus hijas tenderán a soportar los golpes como tú lo has hecho.
También aunque tu pareja no te este pegando, los niños nunca pueden sentirse tranquilos y seguros porque las palizas no se pueden prevenir, son sin previo aviso, sin motivo, saben que él explota sin ninguna razón aparente, en cualquier momento.

Tomando la decisión para detener el maltrato:
Es posible que él te haya dicho un millón de veces que no sirves por nada, “eres una estúpida”, que nadie te quiere ni te respeta.
Es posible que lo hayas creído. No te dejes llevar por la imagen de él, cuestiona su idea, vos vales mucho.
Nadie te puede decir si debes o no dejar a tu pareja, esta decisión es solamente la tuya.
Cualquier camino que elijas tendrá ventajas y desventajas, nada es fácil ni sencillo de llevar a la práctica en situaciones tan delicadas como la que vives.

Empezar de nuevo no es fácil, pero muchas mujeres que lo han hecho dicen que vale la pena.

La violencia NO es parte del amor, no se justifica y además es un delito.


Texto elaborado por Casa de la Mujer
Destinado a las mujeres que sufren Violencia Doméstica

Trabajadora Social salvajemente golpeada

Trabajadora social salvajemente golpeada
Santa Fe, jueves 7 de mayo de 2009 (http://www.enredando.org.ar/agencia)
Caso Marianela Tourn

La violencia hacia las mujeres es un problema de Estado
Las mujeres que integramos la colectiva La Verdecita manifestamos nuestro más enérgico repudio al hecho de violencia perpetrado contra nuestra compañera Marianela Tourn.
Nos solidarizamos y abrazamos con Marianela, su familia y todas las mujeres que trabajan en situaciones de violencia doméstica y exponen sus vidas ante la ausencia de políticas públicas y herramientas legales para intervenir en estos casos.

Marianela Tourn es trabajadora social fue salvajemente golpeada con un fierro el martes 5 del cte. mes, mientras realizaba una visita a un hogar por un caso de violencia familiar.
Marianela está hospitalizada. Sufrió fracturas múltiples y expuestas en una mano, con importante pérdida de sustancias blandas. Fue intervenida quirúrgicamente y le colocaron dos tutores, dos clavijas y trataron de salvarle un tendón seriamente comprometido. Además tuvieron que practicarle varios puntos de sutura en la cabeza y en uno de sus brazos.

El relato de Marianela es espeluznante. Como lo son todos los relatos de mujeres cotidianamente agredidas.
El golpeador es Alfredo Brac, comerciante de Tacuarendí (localidad ubicada a 423 kilómetros de la Capital, sobre la ruta 11 en el norte de Santa Fe) cuenta con antecedentes de violencia y fue denunciado 5 veces por su esposa y familiares.
La trabajadora social agredida no tiene ni cobertura social, ni seguro, ya que es parte de un programa de médicos comunitarios con una beca con fondos de la Nación.
Las Verdecitas no sólo exigimos Justicia y la inmediata detención y retención del agresor, que ha demostrado que no sólo seguirá golpeando a su esposa, sino a cualquier mujer, por tanto es un peligro para la sociedad toda; sino además exigimos que este caso sea considerado y analizado en el marco de las estrategias políticas para generar políticas públicas integradoras.
Si las áreas estatales destinadas a trabajar la problemática de la violencia hacia las mujeres continúan sin un presupuesto acorde a la tarea que realizan, las denominadas políticas de género seguirán siendo una mera expresión buenos deseos y no programas de gestión y ejecución pública.
Nuevamente denunciamos la indiferencia de todo el sistema estatal ante los casos de violencia contra las mujeres, desde la policía hasta los efectores de salud y quiénes son responsables de tomar las decisiones políticas que deberían proteger la vida y la integridad de todas las mujeres.
Como ciudadanas demandamos que la violencia hacia las mujeres se trate como lo que es: un problema de Estado.
NO MÁS MIEDO
NO MÁS MALTRATO
NO MÁS VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES
Colectiva de mujeres de la granja agroecológica La Verdecita.

Violencia Doméstica: ¿una cuestión privada?

¿Violencia Doméstica: una cuestión privada?

*Un proverbio árabe dice:
"Pega a tu mujer cada día, ella sabrá porque lo haces"


Caen ideologías, caen sistemas, caen estructuras, pero en cambio se siguen manteniendo principios de desigualdad sobre los que se articulan incluso las sociedades más avanzadas.
Cuando una mujer es golpeada física o psicológicamente en su círculo más cercano, aparece, como en un espejo, la imagen misma de lo que nuestra sociedad sigue siendo.
El rol social que se atribuye a la mujer la convierte en víctima de una violencia específica que, aunque la conocemos por doméstica, es el más evidente ejemplo de Violencia de Género.
El poder y el dominio se consideran valores positivos, aún más en nuestras sociedades competitivas, y esos atributos continúan siendo intrínsecos a la virilidad.
Estos "valores" fundamentan estructuras de desigualdad, y un medio para alcanzarlos, demostrarlos o defenderlos es la violencia.

"La forma más común de violencia contra la mujer es la violencia en el hogar o en la familia. Las investigaciones demuestran sistemáticamente que una mujer tiene mayor probabilidad de ser lastimada, violada o asesinada por su compañero actual o anterior que por otra persona. Los hombres pueden patear, morder, abofetear, dar un puñetazo o tratar de estrangular a sus esposas o compañeras; les pueden infligir quemaduras o tirar ácido en la cara; pegar o violar, con partes corporales u objetos agudos; y usar armas letales para apuñalarlas o dispararles.
A veces las mujeres son lesionadas gravemente y en algunos casos son asesinadas o mueren como resultado de sus lesiones.
La naturaleza de la violencia contra la mujer en el ámbito familiar ha propiciado comparaciones con la tortura. Las agresiones están destinadas a lesionar la salud psicológica de la mujer al igual que su cuerpo, y suelen ir acompañadas de humillación y violencia física. Al igual que la tortura, las agresiones son impredecibles y guardan poca relación con el comportamiento de la mujer. Finalmente, las agresiones pueden sucederse una semana tras otra, durante muchos años." (Organización Mundial de la Salud)

La Violencia Doméstica no se da únicamente entre mujeres dependientes, con poca formación o bajo nivel cultural; jóvenes universitarias o mujeres de clase media y alta son también objeto de este tipo de agresiones, aunque sus posibilidades personales y económicas hacen que puedan acceder a distintos recursos que les permitan manejar herramientas para romper con el círculo de violencia.

Las organizaciones de mujeres, desde su aparición, han trabajado por que todos los ciudadanos/as tomen conciencia de la lacra que supone la Violencia Doméstica, "terrorismo doméstico".
Desde entonces ha pasado de ser un asunto privado, que sólo concierne a la pareja, a un problema social, que también le compete al Estado.
Uno de los principales logros es la creciente cantidad de denuncias (se calcula que el 95% de las agresiones no se denuncia) y uno de los principales retos es acabar con el sistema que otorga impunidad al agresor, para que la mujer perciba que la denuncia puede ser el principio del fin. Fundamentalmente, las críticas se centran en la aplicación de la legislación y en los defectos de fondo y de forma durante el proceso que colocan a la mujer en una situación de total indefensión.
A pesar de las dificultades y del miedo hay que romper el silencio.
El silencio siempre es un obstáculo y una de las principales trabas que tiene la mujer para acabar con el vínculo violento. Reconocerse como víctima y "traicionar" al que ha sido su compañero, y padre de sus hijos, asumir el juicio social, sentirse responsable de las agresiones, la falta de perspectivas personales y económicas… son factores psicológicos y sociales que perpetúan la violencia doméstica.

Muchas de las mujeres maltratadas no se reconocen como tales, la definición misma de violencia doméstica no es unívoca y depende de tantos factores que para muchas mujeres los insultos no son agresiones... para otras muchas, una cachetada, tampoco.
La mayoría de las que sufren maltrato están inmersas en una maraña de comportamientos para poder aguantar el infierno de la convivencia.
Muchas no soportan esta situación y acaban tomando la opción del suicidio...

Es muy fuerte el arraigo entre muchas mujeres de lo que se denomina "el amor romántico", que con su carga de altruismo, sacrificio, abnegación y entrega, refuerzan la actitud de sumisión, consideran un fracaso la separación porque después de tanto esfuerzo no han conseguido salvar su pareja.
Y comienzan asumir el sufrimiento como un desafío, como si ellas pudieran cambiar la situación, cambiarlo a él.
Entonces llegan a convencerse que la culpa de la violencia de sus compañeros son producto de factores externos como la falta de trabajo, los problemas, e incluso llegan a culpabilizarse a sí mismas. Encuentran cualquier argumento para justificar a su pareja; uno de los más comunes es el alcoholismo del hombre como causa desencadenante de la agresión, cuando está demostrado que el porcentaje de agresiones que se producen bajo los efectos del alcohol es muy reducido.

La ausencia de redes sociales y familiares sólidas hacen que su mundo sea su compañero, que los proyectos de él sean los suyos propios y que todo se reduzca a él, está sola, la familia muchas veces no conoce la situación y si la conoce.... no se mete en asuntos de parejas.
La cualidad de privado conferida a lo que sucede en el interior de las familias ha favorecido tradicionalmente una política social de no injerencia(como en los Estados modernos) en los asuntos domésticos ajenos, y menos aún si solo son vecinos.

Nosotras pensamos que la Violencia Doméstica requiere de la intervención social en ese espacio privado, para defender los derechos avasallados de uno de los integrantes de ese núcleo familiar, que ha traspasado traumáticamente los límites de la convivencia.


Agenda Radical
Boletín informativo - Nº 676 - 23 de noviembre de 2007
Edición del Colectivo Militante - Por la Unidad de los Revolucionarios
Montevideo - Uruguay
http://www.casadelamujer.org.uy

Editorial

Editorial

Creemos necesario abrir un espacio para plantear, contar y desnaturalizar las distintas problemáticas sociales que afectan a la mujer.
Hablar, desahogarnos, leernos nos permite compartir y analizar hechos que nos imponen como naturales, cotidianos e inmutables.
Estas problemáticas sociales que nos atraviesan son consecuencias de un sistema capitalista, machista y patriarcal, el cual nos exige un determinado modelo de ser mujer, nos impone maneras de ser y de actuar. Así, cual niñas obedientes, bajamos la cabeza y seguimos a la manada. De esta manera, en este sistema preocupan los pibes chorros (porque nos pueden robar o lastimar) y no las niñas, adolescentes y mujeres que se prostituyen.
Es por esto que Pan y Rosas quiere brindar un espacio de Gritos, de expresiones, de manifestaciones para decir Basta, para dejar de callar y animarnos a salirnos de los cánones impuestos y establecidos por otros para con nosotras.

¿Por qué Pan y Rosas?
La década que inauguró el siglo XX en EE. UU. se vio plagada de huelgas duras, en gran parte protagonizadas por obreras textiles, la industria pujante del momento. La industria textil empleaba gran cantidad de mano de obra inmigrante –atraída por avisos mentirosos desde la empobrecida Europa-, femenina e infantil. Más de la mitad eran mujeres, muchas de ellas, menores de 18 años.
El año nuevo de 1912, lejos de los banquetes burgueses, las trabajadoras de Lawrence salían a la huelga. Extenuantes jornadas de más de 12 horas y salarios miserables sublevaron a las obreras de una fábrica textil neoyorquina que salieron a reclamar por sus derechos. La consigna que las acompañaba y representaba: “PAN y ROSAS” sintetizando en ella sus demandas por aumento de salario y por mejores condiciones de vida.
Hoy continuamos exigiendo PAN y ROSAS, continuamos nuestra lucha para que nos respeten y nos valoren. Hoy sabemos que las rosas también nos pertenecen…